Portada  |  06 diciembre 2018

Buenos Aires: Baños sin distinción de género y adiós al bidet

El urbanístico había sufrido su última reforma en 1977, mientras que el de edificación había sido confeccionado en 1943.

Actualidad

Tras la sanción en la Legislatura porteña de los nuevos códigos Urbanístico y de Edificación se implementarán cambios que van desde nuevas alturas para edificios, baños sin distinción de género en universidades, hospitales, shoppings y comercios, hasta el fin de la bañera o bidet y la instalación de cambiadores para bebés en los baños masculinos.

El código de edificación había sido confeccionado en 1943 y el urbanístico había sufrido su última reforma en 1977, por lo que las nuevas normativas buscan modernizar el Código de Planeamiento Urbano. Ambas iniciativas consiguieron luz verde con 34 votos a favor y 23 en contra del arco opositor.

MIRÁ EL INFORME: Baños: zona de conflicto

"La sanción de los nuevos códigos permite que que la ley acompañe la realidad y el futuro de la Ciudad que ya estamos construyendo: más sustentable, diversa, comprometida con el cuidado del ambiente y la generación de oportunidades para todas sus vecinas y vecinos", apuntó Franco Moccia, ministro de Desarrollo Urbano y Transporte de la Ciudad de Buenos Aires.

Y agregó: "La autorización para optar por baños unisex, por su parte, da lugar a las demandas ciudadanas de no discriminación y aliento de la diversidad. El género no debe ni puede ser una barrera".

DIEZ CLAVES DE LOS CÓDIGOS

1. Seis alturas permitidas en toda la Ciudad
Van desde planta baja y dos pisos (9 m) hasta planta baja y 12 pisos (38 mts) como máximo. Reemplazan a las 27 que había hasta el momento.

2. Plataforma web para ver los cambios manzana por manzana
Los vecinos de la Ciudad podrán consultar online cuál es la altura máxima permitida en su manzana, dando más previsibilidad y transparencia a las construcciones.

3. Adiós a las esquinas enanas
Las alturas permitidas por manzana se van a equiparar, haciéndolas más homogéneas. En este sentido, ya no existirán lo que se conoce como las “esquinas enanas” y las medianeras descubiertas, un paisaje habitual de la Ciudad de Buenos Aires, producto de las inconsistencias del código antiguo.

4. Más actividades por barrio
En barrios como La Boca, Soldati y Lugano que hoy presentan zonas que solo tienen uso industrial, será autorizada la instalación de oficinas y viviendas, lo que impulsará su desarrollo económico y social.

5. Ya no será obligatoria la bañera
En el Código antiguo se establecía la obligatoriedad en los baños principales de las viviendas, lo que generaba grandes inconvenientes para personas con movilidad reducida.

6. Chau al bidet y al mingitorio
Con el fin de ampliar la superficie de los baños, el bidet será optativo en los baños residenciales y el mingitorio podrá ser reemplazado por un inodoro en los baños de comercios e instituciones.

7. Baños unisex 
En universidad, hospitales, shoppings y comercios no será obligatoria la distinción de los baños por género o sexo. En la ciudad conviven identidades diversas, por lo que la normativa y arquitectura acompañarán esa realidad.

8. Bienvenido el cambiador al baño masculino
Los cambiadores en los baños masculinos permiten que no solo sean las mujeres las involucradas en las instancias de cuidado de los más chicos, buscando así acompañar la demanda respecto a la necesidad de lograr paridad con el varón en estas tareas. Además, todos los locales comerciales de afluencia masiva o de espectáculos con una superficie mayor a 2000 m2 deberán contar con baños familiares en cada nivel de acceso público. Estarán equipados con un inodoro para menores, un lavabo para menores y otro para mayores, y un cambiador para bebés.

9. La vivienda para el encargado será optativa
Se podrá reemplazar por un vestuario, generando una baja en el costo de las expensas.

10. Lactarios obligatorios
Los lactarios serán obligatorios para todos los edificios públicos y en los establecimientos educativos de nivel inicial e institutos de menores de 6 años, cuando asistan menores de un año, a partir de los 20 menores. Deberán estar ubicados en áreas seguras y tranquilas, contando con elementos que brinden bienestar y confort durante el proceso de extracción y conservación de la leche materna durante el horario de trabajo. La lactancia es clave para el desarrollo de los niños y las niñas y la norma busca apoyar a las mujeres, para que puedan desarrollarse laboral y profesionalmente sin resignar esta instancia de la crianza.



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